Álvaro Guevara. La tela, el papel y el cuadrilátero es un ensayo biográfico que reconstruye la vida y obra de un artista chileno, pintor y escritor, bohemio y bisexual, sobreviviente apenas como una referencia de paso o dispersas notas al pie en las historias del arte oficiales. Se trata sin embargo de un personaje entrañable y muy complejo, que invita a repensar los relatos existentes y cuya obra proporciona nuevas claves de lectura para la comprensión de la modernidad artística en nuestro país. Álvaro Guevara fue un pintor chileno más conocido en el extranjero que en su propio país. Radicado tempranamente en Londres, mantuvo con Chile una relación ambivalente, marcada por algunas estadías breves que no pasaron desapercibidas en la escena artística local. Fue también un escritor, ocasional en un inicio, intensivo con el paso del tiempo. Amó la poesía y exploró en la dramaturgia, incluso si sus textos, en su mayoría desaparecidos, obedecieron por sobre todo al lenguaje quieto de la pintura. Y fue boxeador, y ganó más de una pelea. Su aspecto físico era el de un hombre alto y fornido, aunque más bien desgarbado. Su mirada, tan desafiante como evasiva, tan soñadora como obstinada no se fue a negro en el ring, pero sí en el arte. No sin antes dejar nocaut a la pintura chilena. Urge conocer su historia. El libro es el resultado de siete años de investigación, trabajo en archivos y museos en Chile, Francia, Inglaterra y Estados Unidos. Significó también encontrar a su única hija y a sus coleccionistas particulares, estudiar sus pinturas, registrar sus cuadros y documentar su existencia en prensa, libros y catálogos, desde 1910 hasta la actualidad. “Con Álvaro Guevara nunca nada fue fácil ni directo, todo era oblicuo… pero también muy entretenido”, comenta la investigadora y autora del libro.