La descripción de hechos y emociones fuertes marcan la energía y la eficacia del decir de la poeta venezolana Yolanda Pantin (1954), que sin florituras es capaz de exponer la belleza y la furia del mundo, del mismo modo en que, sin acentuar demás, sin desafinar la lira, puede mostrar cómo “donde hubo belleza / quedó el cuerpo tendido”.
Entre uno y otro afán, su poesía va cambiando de formas, moviéndose con la agilidad del viento entre el poema extenso y el brevísimo, la composición tenue y sutil y la prosa reflexiva, y de tal modo, sin descuidar nunca el tanteo y la exploración del presente, atiende a la memoria lo mismo que al porvenir.
Así, lo perdido o lo inalcanzado, la “luz que ya no era” tiene, por oficio de su gran arte, la capacidad de seguir alumbrándonos.
Vicente Undurraga
Yolanda Pantin (Caracas, 1954) es una poeta y ensayista venezolana cuya obra ha sido reconocida con premios como el Casa de América de Poesía Americana (Madrid) y el García Lorca (Granada). Ha publicado, entre otros, los libros Casa o lobo (1981), Correo del corazón (1985), Poemas del escritor (1989), La canción fría (1989), Los bajos sentimientos (1993), La quietud (1998), El hueso pélvico (2002), La épica del padre (2002) Poemas huérfanos (2002), País (2007), 21 caballos (2011), Bellas ficciones (2016), Lo que hace el tiempo (2017), El dragón protegido (2021) y Un año y unos meses (2022).